Lo que aprendimos de la crisis

En estos días en los que partidarios y detractores de los partidos se enzarzan en las redes cargados de prejuicios y descalificaciones y con muy pocas ideas, leer a los expertos me parece lo más esclarecedor y saludable.
Recomiendo esta entrevista. En ella, tres economistas de prestigio de distintas tendencias ideológicas coinciden en cosas que un servidor, con conocimientos muchísimo más básicos en la materia, lleva mucho tiempo diciendo en este muro.
“La gran lección que deja la fase expansiva de la economía que culminó en 2007 es que el exceso de concentración de la actividad en un solo sector no es bueno. (…) Y que sí, además, el sector donde se materializa esa deuda es bajo en tecnología es mayor la vulnerabilidad ante vaivenes exteriores. (…) Porque la recuperación se está basando, como alertaba el otro día el Banco Popular en salarios bajos y eso es pan para hoy y hambre para mañana.” Emilio Ontiveros.
“No se ha incentivado lo necesario en la innovación, sino que se han impulsado estrategias de competencia con bajos salarios.” Juan Torres.
“En la UE podemos hacer mucho en tecnología, porque seguimos a la cola en el registro de patentes y en el número de empresas que se crean a partir de patentes.” Daniel Lacalle.
Estas cosas hay que saberlas a la hora de analizar de dónde proviene el sufrimiento de tantos de nuestros conciudadanos, pues si no veremos una simple cuestión de siglas o ideología donde hay todo un problema de modelo. Mi opinión es la que he expresado en otras ocasiones. Debemos ser ambiciosos. Para no repetir esos errores, un cambio de modelo productivo para dar cada vez más protagonismo a la investigación, innovación y desarrollo aplicadas a, entre otras, la economía verde: infraestructuras como los Techos Verdes, eficiencia energética de las viviendas, energías renovables, turismo sostenible, movilidad responsable, alimentación ecológica, etc. De este modo, estaríamos creando una economía más sólida y a la vez, haciendo frente al mayor desafío que tenemos como especie y ante el que no hay ni un minuto que perder: el cambio climático. Tenemos grandes profesionales que están ya trabajando en ello de manera silenciosa, precaria en muchas ocasiones, y que nos convertirían en un país puntero en no tantos años.
Lamentablemente, nuestros partidos, incluso los nuevos, apenas hablan de nada de esto en la campaña y siguen anclados en izquierdas y derechas y en la política y economía de hace una década. (Tan solo Podemos tiene en su programa electoral algunas propuestas atractivas en este sentido, pero sus dirigentes parecen más interesados en descalificar a los rivales que en explicarnos cómo las llevarían a cabo).
Por eso algunos, que soñamos con una España moderna, innovadora, líder en investigación y responsable con el medio ambiente, nos sentimos, también en esta ocasión, huérfanos de voto.
No recuerdo quién dijo aquello de que la realidad es el mayor sueño hecho realidad, pero por eso vamos a seguir diciendo las cosas. Al menos el que escribe.

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