ALERTA: Rastro de pirómanos o incendiarios en el PN Montes de Málaga.

He de decir que lo he pensado mucho antes de titular de esta forma esta entrada. No me gusta el sensacionalismo con el que algunos medios (y no solo me refiero a los tradicionales) abordan unos temas que son muy serios con la única finalidad de captar lectores, televidentes o lo que sea.

Si lo he titulado así es porque después de analizar mucho el caso no puedo llegar a otra conclusión que no sea que lo que he visto no es fruto del azar, de la casualidad, por una simple cuestión de probabilidad. Si alguien, no obstante, opinase lo contrario y fuese todo este tema fruto de la visceralidad provocada por mi historia de amor eterna con Montes de Málaga, tiene abierto "El armador de casas rústicas" para argumentarlo.

Como saben los que me conocen, me siento enormemente ligado a este enclave desde siempre, escapándome cada vez que puedo de la urbe hacia sus pinares a través de Calle Barcenillas, Calle Los Pinos, etc. En mi último paseo volví a constatar la falta de educación y civismo de algunos ciudadanos con restos de basura de toda clase que amarga la visita a todo aquel con un mínimo de sensibilidad y de aprecio por la belleza del Parque Natural (también la pasividad de nuestra administración autonómica que parece haber dado la batalla por perdida), la presencia alarmante de especies invasoras (ese enemigo silencioso pero letal del que volveré a hablar en otro post)...

Pero lo que sin duda llamó mi atención fue lo siguiente: un reguero de cristales rotos situado entre el borde de la carretera y la ladera del monte, justo el lugar en el que haría más daño en un escenario de fuertes subidas de las temperaturas. Lo primero que pensé es que se trataba de vandalismo o de simple falta de civismo como dije hace unas líneas, pero me resulta muy improbable que tras una rotura de botella, los pedazos de esta se esparzan de la forma en la que vamos a ver a continuación.

Empecemos con esta imagen.




Aquí podemos ver en esta otra la carretera con la majestuosa sombra de los grandes pinos. No se observa apenas nada, pues los cristales se confunden con el gris del asfalto.




Pero si ampliamos más la imagen y rodeamos con círculos rojos la huella del crimen tenemos lo siguiente:



Obviamente, este rastro de cristales no se limitaba a esta franja sino que se distribuía de la forma que vemos durante un tramo más amplio del recorrido.

Recordemos que los cristales consiguen el efecto de una lupa proyectando los rayos del sol hacia las copas de los árboles y dando al traste en horas, quizás minutos, con bosques y ecosistemas que llevan décadas o siglos dándonos la vida. ¿Pirómanos o intereses espurios en que esto arda?

Esto ya está denunciado a la consejería (no obstante, pude retirar los más visibles y desplazar algunos a zonas de umbría). La gestion que hay que llevar a cabo en el caso de encontrarse en Andalucía un caso similar es siempre contactar con el Parque Natural o con la figura de gestión correspondiente a través de los datos oficiales de la web de la Consejería de Medio ambiente (www.juntadeandalucia.es/medioambiente)

No nos olvidemos que los incendios forestales son la más grave amenaza para el medio natural. Los andaluces ya hemos expresado que es la que más nos preocupa a nivel regional en el Ecobarómetro de Andalucía. Los registrados durante 2012 en Andalucía arrasaron un total de 10.795,3 hectáreas forestales, según las estadísticas de INFOCA. Tan solo recordar el sufrido en la provincia de Málaga en Septiembre se nos ponen a muchos los pelos de punta.

Es una lucha imprescindible en la que hay que estar siempre en el campo de batalla. Es una tarea de todos nosotros y de nuestras administraciones. La conservación de nuestro riquísimo patrimonio natural, de nuestros bosques, de nuestros ecosistemas, de la infinidad de especies que los habitan, merecen todo nuestro esfuerzo; la perdida de este, una derrota que no podemos permitirnos ni como sociedad ni como seres vivos que pretendamos seguir siéndolos.


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